Rematar el trabajo. Y, por fin, llegamos al último paso del embaldosado: aplicar la pastina para juntas.

El objetivo es tapar las uniones entre azulejos y evitar que se filtre agua en las zonas húmedas.

El Último Toque

Además de proteger contra la humedad, la pastina tiene también una finalidad estética: ayuda a disimular fallos y a crear sensación de conjunto.

Actualmente, existen materiales resistentes a las manchas que mantienen el color durante más tiempo.

Nos obstante, si deciden aplicar uno de tipo estándar, sólo tendrá que repetir la operación cuando vea que las juntas empiezan a tomar un color mas oscuro.

Que hacer en zonas especiales

Zonas especiales; las superficies de trabajo de la cocina puede reducirse con lechada para mantenerlas limpias de gérmenes.

También en cocinas y baños donde los azulejos están mas expuestos a la humedad, humos y grasas, es conveniente aplicar lechadas con efecto impermeable.

No hace falta recubrir todas las paredes, pero sí es recomendable utilizar este producto en piletas, duchas y bañeras. Es precisamente en estos lugares donde hay que aplicar también más pastina para tapar las juntas que quedan entre los azulejos y los mármoles, canillas…

La masilla también se utiliza a veces para este fin.

Sellado perfecto; un truco que puede solucionar algún problema, es utilizar la silicona con aplacador para asegurar un acabado limpio y pulido.

De todas formas, si se dispersa puede corregirlo una vez se haya secado cortado el sobrante con una trincheta.

Para que la lechada quede bien impregnada en las juntas hay que extenderla con una espátula de goma.

Lista para usar; puede comprar la lechada ya preparada en prácticos tubos o bien prepararla usted mismo disolviendo el producto en polvo.

Tan sólo tendrá mezclar la lechada blanca y a continuación, ir añadiendo agua poco a poco hasta obtener una pasta de consistencia cremosa.

Pastina decorativa; a pesar de su nombre, la pastina o lechada no tiene por qué ser siempre blanco.

La posibilidad de mezclarla con tintes de cualquier color la convierten en una potente “arma” decorativa.

Puede tapar las juntas con el mismo color de los azulejos si no quiere que resalten, pero también puede crear un bonito efecto rellenándolas de un color diferente.

Por ejemplo, en una pared azul marino, puede dejar las untas en blanco, obteniendo un contraste muy favorecedor.