Las cortinas pueden ser decorativas y muy prácticas, tamizan la luz y el aire, preservan la intimidad y presentan múltiples posibilidades a la hora de confeccionarlas. Las cortinas transparentes y vaporosas resultan románticas. Las grandes cortinas de telas pesadas ofrecen un aspecto palaciego. Las de cuadros o rayas son frescas y las estampadas con flores aportan unaire campestre. ¿Qué estilo le gusta más?

Cortinas decorativas

Tipos y accesorios.

Las mil y una

Cuando escoja el tipo de cortina no conviene subestimar su papel decorativo, recuerde que es uno de los centros de atención en una habitación.

Largas hasta el suelo o hasta la altura de la ventana, con forro o sin él, con la cabecera  de presillas de tela, que cuelgan de una barra o que cuelgan de un riel… Hay infinidad de maneras de colocar una cortina. Por eso, intente siempre tener en cuenta los elementos decorativos que la rodean y que tipo de atmósfera quiere crear.

Saber elegir; el color es quizás el elemento que más debe valorara a la hora de decidirse por una cortina. Los colores pueden convertir un ambiente en cálido o frío, de la misma manera que ayudan a agradar o reducir un espacio. Evidentemente, también hay que tener en cuenta la tela de la cortina. Por ejemplo, el terciopelo es un tejido con mucho cuerpo que aportara majestuosidad a la habitación, mientas que una cortina transparente o un visillo siempre darán frescura y ligereza.

Conseguir efectos; los efectos estampados de rayas son uno de los mejores aliados. Las verticales aumentan la sensación de altura, por lo que son ideales para habitaciones con techos bajos. Las rayas horizontales, en cambio, alargan el espacio. Los estampados oscuros son cálidos, pero oscurecen, por eso se recomiendan sólo para habitaciones muy luminosas.

Fruncir o no fruncir…

La cabecera –forma de culminar la parte superior de la cortina-, determina la caída de la tela. Lo más habitual es rematarla con una cinta de fruncir, pero si desea evitar este efecto fruncido remátela con presillas hechas a mano, atravesando la tela con aros de metal o cosiendo, en el borde superior, pequeños anillos metálicos o de madera que se cuelgan de la barra. En cualquier caso usted decide cómo colgarlas.

Los diferentes modelos de cinta para fruncir permiten crear pliegues simples, dobles, triples… Basta con estirar de los cordones.