Sencillos parar ambientes informales o recogidos con fruncidos para habitaciones de aspecto clásico, los estores son muy versátiles.

¡Estores!

Son la alternativa barata a las cortinas y se diferencian de éstas por su funcionamiento: recogen hacia arriba, de una manera similar a las persianas.

Los estores o cortinas romanas admiten multitud de diseños y estampados, pero generalmente un modelo recargado, como los que se colocan con cinta de fruncir, quedaran siempre mejor en una tela simple, mientras que un estor sencillo, como el de persiana, ganará con una telúrica y llena de color.

La tela ideal para confeccionar un estor de estas características tiene que tener un peso medio porque a su caída hay que añadir el peso adicional de las varillas y del forro.

Tradicionalmente, los estores suelen utilizarse en cocinas y cuartos de baño, pero los de estilos más complicados pueden colocarse en dormitorios o salas de estar.

¿Cuál prefiere?

Los hay sencillos y económicos, como es el caso de los enrollables; austriacos –los mas pomposos-, venecianos –aquellos que al levantarlos dejan anchos pliegues a distancias iguales-, o de persianas, los más comunes.

¿Dónde ponerlos?

Se pueden colocar dentro o fuera del hueco de la ventana. Si es profundo hágalo dentro, cerca del cristal. Si prefiere fijarlo fuera, deberá decidir la cantidad de tela que debe sobresalir por cada lado. En el caso de que la ventana no tenga hueco, deberá fijar el estor a un soporte sobre la ventana.

Los estores de persiana funcionan con un sencillo mecanismo de varillas, elevadas mediante un cordón.

¿Con o sin estampado?

El efecto estético de un estor variará en función de si está subido o bajando. Como son de caída recta, los estores de persiana y los enrollables admiten mucho mejor telas lisas y estampadas a cuadros o a rayas, tanto verticales como horizontales.

En cambio, los diseños florales quedarán mucho más vistosos en estores austriacos porque van fruncidos y son de estilo más clásicos.

Enrollables

Los estores enrollables son los más sencillos y baratos. Realizados en tela almidonada, se suben haciendo girar esta tela alrededor de una cabecera de madera en forma de rodillo. Al no necesitar bolsillos para las varillas ni anillas, su confección es más sencilla que la de los estores de persiana.

Austriacos

Los estores austriacos son similares a los de persiana, pero su cabezal se confecciona con cinta de fruncir y las anillas se cosen directamente sobre la tela sin precisar el apoyo de varillas.

Así, estos estores quedan muy fruncidos y abollonados, creando un estilo mucho más clásico y recargado que los convencionales.

Normalmente están realizados con telas como la seda o el chintz. Los estores austriacos admiten especialmente adornos como flecos en el borde inferior o borlas en los cordones que sirven para subirlos y bajarlos.