Un espacio en el que se aproveche la luz, el aire circule correctamente y las estancias se vean más amplias de lo que en realidad son: esa es la esencia del estilo nórdico, un tipo de decoración inspirado en los duros inviernos de Suecia y Dinamarca, y que se convierte en el estilo tendencia para este 2018. En 5 pasos te enseñamos a brindarle a tu hogar este exclusivo tema decorativo.

1. Juega con los colores claros:

Los diseñadores recomiendan el uso de tonalidades blancas para lograr un mejor aprovechamiento de la luz exterior. Pero no solo estamos hablando de las paredes de los salones y habitaciones, sino también del mobiliario: un sofá rosa claro, una mesilla de madera pálida, algunos objetos con degradados azules y hasta estanterías en las que predominen los elementos transparentes o con toques leves de color.

Recuerda acondicionar las lámparas para que no creen sombras en los objetos y despejar las ventanas de cualquier otro utensilio.

2. Lleva algunas plantas:

El estilo nórdico se caracteriza por la utilización de materiales naturales en 2 formas distintas: por un lado los encontramos como parte de sillas, mesas y macetas biodegradables; mientras que en el otro extremo, como plantas vivas de hojas anchas, en colores verdes bastante pronunciados y en lugares abiertos como la sala de estar, la habitación principal o el balcón. Así mismo se juega con aromas como la menta y el eucalipto o parecidos.

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3. Perfecciona los contornos:

Si te fijas bien en las imágenes, te darás cuenta de que la simetría juega un papel importante al brindar una perspectiva más amplia de los lugares, es decir, puedes utilizar una lámpara grande y larga, siempre y cuando no sea ancha y el color no vaya más allá de un gris o un blanco. De igual manera las mesas casi siempre terminan en puntas sin pulir y destacan los objetos cuadrados y sin mayores detalles.

4. Vuelve el estilo retro:

Aunque no lo creas y así a simple vista parezca todo muy moderno, lo nórdico guarda algo que encanta mucho, y es precisamente su leve sabor a vintage y a cultura retro (80s). Estaría muy bien acomodar algún mueble sencillo y sin detalles cerca de una pared y en lo posible en un tema monocromático en el que no se abuse de los tejidos y los hilos. También se pueden usar cojines de diferentes tipos, pero siempre combinando los matices con el gris.

5. Estampados muy sutiles:

Existe una mezcla muy sobria de algunos productos, y estos te pueden servir mucho para darle un poco de vida a tu hogar tras esta remodelación, como ejemplo, los estampados de colores muy claros en las paredes: verde, rosa, crema… lo ideal es que lo hagas solo en sitios en los que el espacio es necesario y marcará un contrate con algo demasiado blanco, como la pared de una habitación o la alfombra principal de entrada a casa.

Y por supuesto no olvides que podrías agregar algunos cuadros o pinturas, sin que abunden las formas y las figuras e intentando en todo caso que no exista saturación del lugar.