Las normas que tienen que seguir para organizar así la tarea tendrá un buen comienzo y un mejor final vienen marcadas en gran medida por el sentido común. Algunas son tan obvias que, precisamente por eso, jamás deben olvidarse. En caso contrario, es muy probable que la “aventura” de decorar acabe en un desastre.

Organizar pasó a paso

Planificar y nunca trabajar con prisas ni a un ritmo lento: estas son las dos máximas que garantizan el éxito cuando se trata de pintar.

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Lo primero que se tiene que hacer antes de pintar es poner en orden la habitación donde se trabajara. Empiece quitando el mayor número posible de muebles y otros objetos que puedan entorpecer su tarea.

A continuación, cubra el suelo con cartones o papeles de periódicos, y los muebles que no haya podido sacar de la habitación, con sabanas-así evitara que puedan marcharse con la pintura o el polvo-. Luego, cubra las salidas de electricidad con plásticos y proteja con cinta de enmascarar todas aquellas zonas que no desea pintar-marcos de puertas y ventanas y zócalos-. Finalmente, ubique las herramientas y latas que está utilizando en un lugar de fácil acceso, pero apartado. ¿Listo?

Mejor con luz diurna

La luz natural es mejor para pintar y, por lo tanto, le aconsejamos que tomando como referencia la superficie a cubrir, las capas a aplicar y el tiempo de espera necesario para dar segundas y terceras manos, establezca un horario que le permita trabajar siempre de día.

El ritmo, por otra parte, debe ser especialmente constante al pintar techos y paredes, ya que a la pintura se seca muy rápidamente y se pasa el pincel junto a una zona que no está húmeda, es más que probable que la capa no quede uniforme. No es aconsejable, además, pintar con pinturas al agua cuando la temperatura ambiental es inferior a los 5 grados y la humedad es superior al 95%.

Por dónde empezar

Cuando pinte una habitación, comience siempre por el techo –así evitara manchar otra superficies recién pintadas-. Siga con las paredes- empezando por la de mayor extensión-, y luego trabaje los elementos de madera y metal -ventanas, puertas, y radiadores, en este orden-. Finalmente, decore el piso.