Extender con cuidado las tiras ya encoladas, alisarlas con un cepillo y fijar bien las uniones son las claves para empapelar como un profesional.

Ni una arruga al empapelar

Salvo en esquinas y marcos, donde deberá trabajar con más precisión, para empapelar basta con extender con cuidado las tiras, fijarlas a la pared con un cepillo y recortar la zona de unión con el techo al milímetro para que no se noten escalones.

Y si ha elegido un diseño con dibujos o estampados, tendrá que hacer coincidir los motivos.

Ante la duda, papel liso.

Para iniciarse en estas lides, lo mejor es elegir un papel liso o de rayas verticales.

Así se olvidará del “puzzle” de estampados.

Además, las rayas utilizan y confieren mayor altura a la habitación.

Mantener la verticalidad; las paredes ofrecen a menudo una imagen engañosa.

Aunque e primera vista le parezca que su verticalidad es perfecta, compruebe que efectivamente es así.

Par ello, utilice la plomada; si no tiene ninguna a mano, puede fabricarse una casera con una cuerda y pida ayuda a otra persona para que trace una línea por detrás del cordón.

Esta guía le servirá para colocar las dos primeras tiras.

El resto ya seguirá la pauta marcada por éstas.

Desde la ventana:

En cuanto al “punto de arranque”, empiece a empapelar por la derecha –o por la izquierda si es zurdo- de una ventana, alejándose paulatinamente de la fuente de luz.

Procure acabar en la esquina más “escondida” de la sala –la más cercana a la puerta-, donde podrá disimular los remates.

Truco final:

La clave de un buen empapelado está en que la superficie quede perfectamente lisa.

Siempre que el papel se haya empapado bien con cola y alisado con el cepillo, no saldrán arrugas ni burbujas. Recuerde que cuando el papel está húmedo todavía puede rectificar.

Si pese a todos los cuidados, siguen apareciendo burbujas, lo más adecuado es dejar secar sin que haya corrientes de aire.

Nunca aplique calor localizado directamente sobare la burbuja ya que eso sólo provocará arrugas.

Si ha elegido un papel especial –metalizado, con relieve, de fibra o de arpillera-, infórmese antes de dónde hay que aplicar la cola: sobre la pared o bien en el papel. El resultado no es el mismo.