Para nadie es un secreto que la cocina es uno de los lugares que más nos importa en temas de decoración, y uno de los que más inversión en dinero y tiempo reciben de nuestra parte. Pero comienza a deteriorarse por el uso diario, los vapores y demás acciones que ejecutamos en ella. Hoy te enseñamos la manera más sencilla de renovarla sin gastar un solo peso.

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Cambiar los artículos de posición:

A veces no se trata de dar cambios asombrosos a la estancia en sí, ni de construir arcos o mesones, sino más bien, de ver qué tal quedan las cosas puestas en otro lugar. Intenta, por ejemplo, poniendo en horno en el otro extremo y llevar el frigorífico a una esquina. Así mismo, los cubiertos y demás elementos para servir, podrían quedar bien encima del mesón y no en los cajones.

Esto también podrías intentarlo si cuentas con una o más ventanas: cubre una y despeja la otra. 

Jugar con los estampados lineales:

Algo que me encanta de la cocina, es que puedes probar con muchas texturas, formas y colores. Una de las que más me agrada, son los estampados: muchas veces los tenemos por ahí sin uso, pudiéndolos aprovechar en un grupo de baldosas lineales de la cocina, y con ello darle un nuevo aire al lugar. Actualmente están muy a la moda las ilustraciones sobre recetas o al menos las figuras en colores vivos como el verde y el amarillo.

Renovar los pomos:

El paso del tiempo y el abrir y cerrar, desgastan los pomos más de lo que creemos. Puedes ir a ver que elementos no están usando los pomos y tratar de ponerlos nuevamente en el sitio indicado, quizás dándoles algo de pintura con aerosol o lijándolos si fuera del caso. Además puedes probar a asegurarlos de nuevo.

Pintar la mesa:

Tanto donde preparas los alimentos como donde te sientas a comerlos, pueden jugar un papel determinante en la cocina. Es una muy buena idea cambiar de color estas estructuras que a veces se ven muy descuidadas, y sino quieres hacerlo, entonces es bueno que pienses en cambiar los textiles que le pones: una nueva textura o colores diversos que le den una vista radical desde la entrada.

Cubrir el cableado eléctrico:

Puede que no lo hayas pensado, pero ese montón de cables enredados del horno, el frigorífico, la sanduchera y demás, dan un aspecto muy penoso a la cocina. Hoy en día existen muy buenas estrategias que van desde una red de tubería que los oculte y que vaya en la misma línea de los colores, hasta juegos con ellos que no permita que se enreden o dificulten la decoración de otros lugares.

Como lo ves, no es necesario invertir dinero en cosas que podemos cambiar nosotros mismos con un poco de esfuerzo. Además siempre tenemos algo guardado en el sótano que nos pueda ayudar a cambiar de aspecto cualquier elemento, y por qué no, llevar nuevos objetos para hacerlo más estético.