Una vez a punto la pared y pensada la planificación previa, ya está todo listo para empezar con las técnicas de colocación de azulejos. Para culminar con éxito el embaldosado debe aprender, entre otras cosas, a cortar las piezas sin que queden muescas, rodear los obstáculos de la pared y aplicar el cemento.

Técnicas de colocación de azulejos

Técnicas de embaldosado

No tan unidos…

Es obvio los azulejos deben fijarse margen con margen.

Pero también hay que dejar espacio para la dilatación del material: son las juntas.

Como ya hemos comentado, para realizar con éxito un trabajo de embaldosado se deben tomar en cuenta dos aspectos fundamentales.

El primero consiste en proyectar bien la obra para evitar contratiempos.

El segundo, separar los azulejos con juntas de dilatación. ¿Qué por que son tan importantes? Aquí va una breve pero ilustrativa explicación.

No se caerá ni una pieza.

Ya sabe que los azulejos experimentan pequeñas dilataciones como consecuencia de la absorción de humedad.

Este proceso puede durar muchos años y, con el tiempo, ser el culpable de que una superficie embaldosada se abombe y  de la caída de la baldosas.

La distensión de un azulejo es insignificante, paro, en un área grande, hay que tener en cuenta que se va sumando la expansión de cada pieza, llegando a un milímetro de dilatación por metro cuadrado. Por eso, es necesario que entre los azulejos haya pequeñas juntas cuya misión es ir absorbiendo la dilatación y evitar los desperfectos.

Si utiliza una espátula dentada para aplicar el cemento, ya quedaran marcadas las estrías.

Pero si lo hace con una espátula puntiaguda, tendrá que “peinar” luego la superficie.