Murales, marmolizados y algunas otras técnicas de pintura decorativa consiguen sorprendentes efectos visuales capaces de hacernos viajar, con tan sólo la imaginación como medio de transporte, desde el sillón de la habitación a una isla desierta, por  ejemplo.

CON TRAMPA

No es lo que parece

Engañar al ojo

Con los murales sólo se trata de poner en práctica un ingenioso truco visual consiste en imitar fielmente la realidad.

 

Murales o trampantojos, así se llaman estas imágenes que se aplican en la pared.

El término trampantojo procede de la expresión francesa trompe –l´òeil, que significa literalmente “engañar al ojo”.

Desde una paradisíaca y elaborada playa tropical hasta una sencilla estantería con libros, todo es posible con este procedimiento decorativo para el que se necesitan ciertas dosis de habilidad, paciencia y tiempo.

Qué conseguimos

Con este tipo de efectos visuales es posible ampliar aparente una habitación o hacerla mas pequeña, siempre imprimiéndole un gran toque de personalidad, originalidad y, sobre todo, alegría. Los murales son ideales para decorar las habitaciones de los más pequeños con dibujos infantiles, así como para crear un efecto de jardín con el que dar “aire” a una habitación sin ventanas.

La técnica

Nuestro primer consejo es que analice su nivel de habilidad para proyectar un trabajo a la altura de sus posibilidades.

Prepare la pared con una capa base de pintura y elija el dibujo que quiere transferir.

Con papel de calcar, dibuje su diseño en un papel y trace sobre el una cuadrícula, numerando cada cuadro.

Dibuje una cuadrícula con el mismo número de casillas sobre la pared, numerándolas igual que en el papel.

Con esta guía ya puede empezar a copiar el dibujo en la pared.

Utilice un lápiz blando y, cuando  tenga el boceto, comience a pintar.