Por ahí dicen que la cocina es la parte de la casa que más problemas nos trae. Y de alguna forma es muy cierto, aunque por supuesto no es la única. De hecho y si lo pensamos bien, hay lugares como la entrada o el baño, que pueden parecer más difíciles de vencer en temas de limpieza. Por eso hoy te daremos 5 hábitos (consejos) que te ayudaran a ejecutar esta tarea con más simpleza.

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La regla de «una vez por semana»:

Es ideal que comiences a pensar en lo siguiente: ¿cuántas horas puedes gastar al mes realizando mantemiento a los espacios? Estamos seguros de que son más de 6. Así que si te tomas enserio la popular regla de «una vez por semana», podrás disminuir ese tiempo a media hora cada 7 días, es decir, 2 horas por mes. Esto lo puedes utilizar en la limpieza de baños, posteriormente de la cocina, en labores de jardín y finalmente de lavado de acolchados.

Si lo haces, todos los espacios podrán esperar un mes hasta que el ciclo vuelva a comenzar y sin dedicar más de 30 minutos.

Zapatos en la entrada:

Uno de los hábitos que deberíamos aprender de los asiáticos, es a retirar nuestro calzado antes de entrar al recibidor. Mejor dicho, mantener zapatos de tela que disminuyan el tacto con el suelo justo en la entrada y al mismo tiempo, que no permitan el ingreso de la suciedad y las bacterías que traemos de afuera. De esto modo no solo procuramos la limpieza, sino que también evitamos las enfermedades que podamos contraer en el camino.

Lavar solo 2 días en la semana:

Muchos de nosotros acumulamos toda la ropa para después de 12 o 15 días, darnos cuenta de que no tenemos nada que ponernos . Lo mejor será realizar dos procesos de lavado cada 7 días: uno el día jueves y otro el día martes. Esto permite controlar tanto lo que nos ponemos en la semana, como lo que ensuciamos el fin de semana y evitaremos traumatismos. Además de ahorranos un par de lavadas cada mes que al fin de cuentas repercuten en nuestra economía.

Ordenar la casa antes de ir a dormir:

¿Qué?, ¿pero si estoy muy cansado? ¡No importa! Si dedicas unos cuantos minutos cada noche a lavar lo que dejaste en la cocina y a pasar la aspiradora, el día siguiente solo tendrás que ocuparte por bañarte, desayunar y salir a tiempo. Además disminuirás el polvo y desperdicios que debas recoger en la media hora que proponemos arriba.

Ventilar los espacios:

Aprovecha los fines de semana para abrir puertas y ventanas al menos entre las 9 y las 3 de la tarde. Esto para permitir que el aire fresco circule y seque las posibles humedades que existan y evitar los malos olores que se apoderan de lugares como los baños, el sótano o el cuarto de limpieza. Sin embargo y si conoces que tu residencia tiene en los alrededores levantamientos de polvo, es mejor que selecciones correctamente cuál de ellas abrir.

Si pones estos 5 hábitos en práctica, no dudes en que verás el cambio.