Una puerta exterior mal construida, colocada erróneamente o con deficientes medidas de seguridad es casi una puerta abierta. Pero, para su tranquilidad, existen varias maneras de reforzarla y una buena cerradura es una de ellas.

Ladrones… ¡Bien lejos!

Seguridad en cerradura para puertas

Una buena cerradura siempre intimidara a todo aquel que se acerque a una puerta con la intención de forzarla. En este mismo sentido, es doblemente recomendable instalar dos cerraduras de distinto mecanismo para asegurar todavía más la puerta.

La combinación de una cerradura embutida, sólo con el escudo de bocallave a la vista (4), y otra de bombillo (5), (6) –también llamada de tambor o de caja-, suele ser la mejor medida de seguridad. No obstante, tenga en cuenta que las de tambor son más fáciles de colocar que las embutidas, pero también menos discretas.

Pasadores y cerrojos

Los pasadores (1), que se instalan en los travesaños superior e inferior de la puerta, a pesar de un refuerzo, no son suficientes por sí mismo. Los cerrojos son una buena forma de aumentar la seguridad de la entrada. Se trata de un cilindro de metal muy resistente que se introduce en el borde de la puerta, impidiendo así la entrada.

En el sitio web que más demanda recibe cuando se necesita un cerrajero urgente en Sevilla recomiendan que cuando instale una cerradura procure tener dos juegos de llaves. Uno para su uso diario y otro, eso si, bien localizado, por si olvidara o extraviara el primer juego.

Bisagras más fuertes

Las bisagras son el punto más débil de una puerta, por lo que siempre es recomendable aportarles más firmeza.

Con este fin, existe en el mercado el sistema conocido como antipalanca. Es un refuerzo que consta de dos piezas, una que se atornilla en el borde de la puerta –la palanca de encaje- y otra que queda embutida en el marco –el balón-. Aunque una puerta lleve tres bisagras, es suficiente con instalar sólo uno de estos refuerzos. Concretamente, se aconseja ponerlo unos centímetros por encima de la bisagra central.

Abre la muralla

Aunque parezca una obviedad, usted es el principal responsable de su seguridad cuando llaman  a la puerta, pues en sus manos está la decisión de dejar pasar o de impedir el paso al visitante.

Para evitarse disgustos, lo mejor es instalar una mirilla con la que poder comprobar la identidad de la persona que llama. Como refuerzo extra se recomienda colocar también una cadena (2), (3) que le permita abrir sólo una pequeña rendija que le mantenga a salvo de una posible agresión.

Como colocar una cerradura superficial

Mantenimiento que se necesita

Cerradura, lápiz, mecha plana, tornillos, destornillador y sierra especial para metal.

Dificultad 

1 Cierre la puerta para trabajar y presente la cerradura;

En la parte interna de la puerta, situé la placa de la cerradura en el lugar deseado y marque con un lápiz el espacio exacto del cilindro para la llave.

Con una mecha plana o un destornillador, haga el agujero por donde cruzará el pasador del cilindro y, después, atornille la placa de la cerradura.

2- Introduzca el cilindro en el agujero hecho en la puerta;

Debe hacerlo desde la parte exterior de la puerta, encajando el cilindro en el agujero que ha abierto antes y que traspasa la puerta.

El pasador del cilindro se introducirá por el orificio de la placa delantera de cerradura. Deberá cortarlo a la longitud adecuada.

3- A continuación;

Fije la cerradura a la placa de montaje, tiene atornillada la placa de montaje, pero falta acabar de instalar el cuerpo de la cerradura.

Lo único que tiene que hacer es fijarlo a dicha placa y atornillarlo.

4- Finalmente;

Atornille la caja al marco de la puerta, este tipo de cerraduras poseen una lengüeta que se introduce en una cavidad atornillada al marco.

Cierre la puerta y marque en el marco el lugar exacto donde irá la caja. Atornille la caja y compruebe que la cerradura está correctamente instalada.