Cuando se trata de redecorar grandes superficies, pintar con pistola es la herramienta óptima: si bien su manejo plantea mayor dificultad para quienes no la han utilizado nunca, con ella se consigue un acabado inmejorable en poco tiempo. En la pinturería podrá comprar el equipo necesario.

Pintar con pistola bajo presión

Tendrá que cubrir cuidadosamente todo lo que no desee pintar y trabajar con máscara y lentes, pero dará color a la sala en pocas horas.

Entre los diferentes tipos de pistola, lo más común es la pistola a compresión, ya que resulta difícil de manipular.

Consta de un compresor, un depósito para la pintura y la pistola propiamente dicha, por donde sale la pintura a través del pulverizador.

Lentes y mascara, siempre de la misma manera que tendrá que cubrir con plásticos o papel de diario todo lo que no desee pintar –no obstante, lo más aconsejable es vaciar por completo la habitación-, cuando utilice pistola deberá extremar las precauciones para protegerse usted mismo: lentes y máscara son imprescindibles.

Regular la presión

Antes de iniciar el trabajo, deberá regular el pulverizador, ya que un exceso de presión le puede arrancar la pistola de las manos. Si no está acostumbrado a utilizarla, lo mejor –y lo más seguro- es que practique en una esquina de la pared o sobre un cartón. Verá que en pocos minutos puede aprender a controlar y manejar el pulverizador.

A la distancia adecuada

Otro factor que deberá tener en cuenta –y seguir al pie de la letra-es la distancia entre la pistola y la pared: trabaje siempre a unos 25 centímetros de la superficie. Si la distancia aumenta, el pulverizado no se puede dirigir y se disminuye, se forma una capa demasiada gruesa de pintura. Y, sobre todo, evite las corrientes de aire; de lo contrario la pintura del pulverizado se desviara sin dirección.

Como pitar una pared con pistola

Que necesita:

Equipo de compresión, pistola de pulverización, pintura especial para pistola, masca lentes gorra y guantes.

1- Regule primero la presión del pulverizador de pintura

Antes de empezar –y siempre que ya se haya protegido con mascara lentes y guantes-, regule la salida de pintura por el pulverizador.

Para ello, practique con la pistola sobre un cartón grande hasta conseguir la presión adecuada. Si esta es excesiva, la pistola se le escapara de las manos.

2- Empezando por arriba, pinte a un ritmo constante

Comience por la parte mas alta de la pared, tratando de marcase un ritmo- aumentarlo o disminuirlo provocara un pulverizado no uniforme-.

Trabaje siempre a la misma distancia- a unos 25 cm. de la pared-. El objetivo es cubrir la superficie con una primera pasada, los defectos ya quedara ocultos con la segunda pasada.

3- Pulverice en sentido paralelo a la pared y descendente

Continué pintando con movimientos paralelos a la pared, de izquierda a derecha o al revés, y en sentido descendente. En superficies horizontales no debe pintar de arriba abajo.

4- Dé la segunda capa antes de que seque la primera

Con la pintura aun húmeda aplique la segunda capa mediante franjas tan anchas como le permita el movimiento del brazo.

Si nota salpicaduras irregulares, rectifique la posición de agarre de la pistola:

Debe ser horizontal o un poco inclinada hacia arriba o hacia abajo.

Una advertencia

¡No sirve cualquier pintura!

Si no ha empleado nunca la pistola a compresión, consulte en la pinturería o aun profesional sobre que tipo de pintura es la más adecuada. Como regla general, se puede utilizar casi todas las pinturas al agua y los esmaltes, pero algunas de ellas se tienen que mezclar con solventes apropiados.

En este caso agradecerá los consejos sobre la densidad que debe tener la mezcla y los productos necesarios para obtenerla.

Un truco

Paredes que no secan bien.

Si tras aplicar la pintura con pistola advierte que la pared no se seca puede deberse a que la pintura que utilizo era demasiado liquida, en cuyo caso habrá que espesarla, o bien a que la mezcla estaba poco agitada; para solucionarlo sacuda el dispositivo y, si todavía no se espesa, no tendrá otro remedio que preparar una nueva mezcla.